Para poder tratar adecuadamente el tema del sombreado, primero tenemos que hablar de la luz.
La luz es una onda electromagnética, del mismo tipo que las ondas que recibimos en nuestro aparato de radio. Percibimos la luz porque en el fondo de nuestro ojo hay una membrana llamada retina que es sensible a la luz. La luz sólo puede ser percibida por el ojo humano en un margen de frecuencias muy pequeño, de la misma forma que nuestro aparato de radio sólo puede percibir una banda de frecuencias determinada. Al margen de frecuencias que podemos ver se le llama espectro visible.
De la retina sale el nervio óptico que lleva la sensación visual a la parte posterior del cerebro, que es el que “interpreta” las sensaciones visuales y percibe las imágenes.
En cuanto a su origen, la luz puede ser de origen natural (generalmente la luz del sol) o artificial (lámparas). La luz que proviene del sol no siempre es de la misma forma y color: cuando amanece y anochece la luz del sol tiene un fuerte tono anaranjado. De día, si el sol ilumina directamente, su luz tiene un tono levemente amarillo, mientras que si la luz es indirecta (de la atmósfera) el tono es azulado y la sombras son más difusas.
La luz puede ser puntual o difusa, dependiendo de si su origen está concentrado en un punto o disperso por muchos. La luz puntual provoca sombras marcadas y nítidas, mientras que la luz difusa provoca sombras difuminadas y suaves.
Luz directa es la que va directamente desde el objeto luminoso hasta el objeto iluminado. Normalmente provoca sombras duras. Luz indirecta o reflejada es aquella que rebota en un cuerpo no luminoso antes de llegar al cuerpo reflejado. Normalmente provoca sombras difusas, es decir, que el cambio de luz a sombra se hace de forma suave y con muchos tonos medios. Cuando hay sombras difusas existen zonas que no están ni totalmente en sombra ni iluminadas del todo. A esa zona se le llama zona de penumbra.
La luz según su posición
Frontal. Las formas pierden relieve al proyectar pocas sombras.
Lateral. Provoca un contraste fuerte entre las zonas de luz y sombra y dificultad en la percepción de las formas.
Cenital. (“cenit” significa “punto más alto”). Es la iluminación normal si es difusa; si es dura resulta extraña.
Inferior. Es poco habitual y por ello se usa para acentuar el dramatismo, sobre todo en el cine.
De “tres cuartos”. La luz está a mitad de camino entre la luz frontal y la lateral, dando unas sombras que explican bien la forma del objeto. Es el tipo de luz que se suele usar para los retratos.
Posterior. La luz resalta la figura sobre el fondo, pero deja en oscuridad el interior de la silueta.
Sombra es la zona que se percibe oscurecida porque recibe poca luz. La sombra propia es la que un cuerpo proyecta sobre sí mismo. La sombra arrojada es la que proyecta sobre otro objeto.